La tecnología está supuesta a facilitar y hacer más eficiente la forma en que hacemos las cosas, es decir que si de forma tradicional utilizamos los interruptores de pared para encender una bombilla, hoy en día gracias a la tecnología podemos hacer lo mismo de forma automática al entrar a la casa o de forma remota con nuestro smartphone u otros equipos; pero me pregunto:
¿Nos hace realmente la tecnología la vida más fácil?
No pretendo responder a la pregunta completamente, más bien pretendo compartir mi punto de vista al respecto.
Hoy en día el smartphone es una de las herramientas tecnológicas personales más utilizadas en el mundo, casi todo el mundo que utilice correos electrónicos, redes sociales, vídeo llamadas, y/o algunos otros servicios parecidos, hace uso de un smartphone o siente la necesidad de usarlo, pero, ¿a que se debe esta sensación de necesidad? ¿Será realmente una necesidad o un gusto? bueno la respuesta a esas preguntas también dependen de la condición de cada persona, pero si de algo estoy seguro y es que la mayoría de nosotros no lo necesitamos, y lo hacemos parte de nuestras necesidades porque nos acostumbramos a ello.
Un ejemplo que quiero compartir es el ejemplo del típico consumidor de la tecnología por moda o puro gusto, hay muchos usuarios de smartphones y otros equipos como smart-TV, smart-watch, etc. y la verdad le cuesta utilizar más que las llamadas y los mensajes de texto, en el mejor de los casos hacer uso de algunas redes sociales y una que otra aplicación, entonces me viene a la mente la pregunta: ¿que tan SMART eres tú?
Este sin duda alguna es el tiempo de la tecnología, por lo menos de la revolución de la tecnol
ogía y no solo porque se inventa muchas cosas tecnológicas sino, porque las personas en todo el mundo están haciendo cada día mas uso de ella, pero en esta revolución de la tecnología, no dejemos que los equipos que utilicemos sean más SMART (inteligentes) que las personas que los utilizamos.
Esta no es solo el tiempo de la tecnología, con ello se arrastra el tiempo del consumismo, donde no solo consumimos muchas cosas sino que ni siquiera sabemos por que lo consumimos o si realmente lo necesitamos, es más, en muchos casos ni siquiera estamos seguro de si lo queremos.
El marketing juega un papel sumamente importante en esta tendencia de consumir sin conciencia. Un ejemplo claro de ello es cuando nos venden un producto “nuevo” y nos lo venden de la siguiente forma:
«PRODUCTO A es igual a PRODUCTO B pero PRODUCTO B es MEJOR».
¿tiene esto alguna lógica? ¿si son iguales porque uno es mejor? bueno la respuesta a eso es que es mejor porque así lo dice el vendedor o alguna persona famosa los cuales están haciendo dinero de ello.
Para concluir quiero aclarar que hago mucho uso de la tecnología y trato de distinguir entre la necesidad y el placer, pero en muchas de las ocasiones reconozco que a pesar de que la tecnología está supuesta a hacernos la vida más fácil la mayor parte del tiempo nos la complicamos solo por puro placer, placeres como encajar en un grupo de personas, llamar la atención, sentirnos modernos o cualquier otro tipo de placer y de paso la necesidad, pero les confieso que se puede vivir con ambas sin ser consumidos por el consumismo y esto lo podemos lograr aprendiendo a utilizar la tecnología y conociendo las diferentes alternativas para tratar de elegir la más conveniente que podamos utilizar y sobre todo que podamos adquirir sin complicarnos más la vida, sino que sea todo lo contrario, que nos la haga mas fácil y placentera.
No seamos SIMPLES PERSONAS utilizando EQUIPOS INTELIGENTES; seamos PERSONAS INTELIGENTES utilizando SIMPLES EQUIPOS.
La productividad de un equipo inteligente se debe medir por la utilidad que los usuarios le podemos dar.